Por Jhonatan Rivas.
Aquí hemos listado 10 lecciones psicodélicas y llenas de colores de los 60’s-70’s que podemos aprender de la historia de uno de los guitarristas eléctricos más importantes, James Marshall Hendrix.
Distingue tu trabajo por tu propia autenticidad y confía en tu creatividad. Jimi Hendrix no solo se distinguió por música electrizante al tocar la guitarra, sino que decidió ir más allá mezclando todas sus influencias en un sonido único, inconfundible.
El mantenernos receptivos a todo tipo de ideas es importante para nuestra creatividad. Desde llevar nuestra campaña a medios nunca antes utilizados, hasta desarrollar nuestra propia campaña de marketing de guerrilla. Tu disposición y obsesión por aprender es lo que te hará llegar lejos, pero tu innovación es lo que te permitirá desarrollar lo nunca antes realizado.
Si conoces un poco acerca de su forma de tocar, o eres un poco más observador de lo inusual, seguramente te diste cuenta de su originalidad a la hora de tocar su instrumento. Su padre compró a Jimi una guitarra acústica de cinco dólares al cumplir sus 15 años. El único “inconveniente” es que era para diestros, siendo el guitarrista zurdo. Esto no detuvo a Jimi y aprendió a explotar su instrumento tocando una guitarra de diestros como zurdo, y viceversa. ¿Nos queda claro que no hay excusas para seguir tu sueño?
En un inicio, Jimi no lograba encajar en la mente de su público, pero nunca dudó de su gran don para tocar la guitarra. Lo importante no es satisfacer a todas las mentes posibles, pero sí mantener a tu segmento enganchado con lo que haces. Gradualmente aumentarán tus resultados con estrategia y perseverancia, al punto de pulir tu talento.
James conoció su instrumento a un nivel espiritual, pero para eso le llevó miles de horas de práctica sin descanso. Nuestro nivel de dominio aumenta proporcionalmente con estudio, al punto de entender la esencia de cualquier cosa. Definitivamente requiere de sacrificios, como noches de cerveza con los amigos y constantes desveladas, pero cada momento bien aprovechado te acerca a tu sueño cada vez más. Si quieres ser el mejor, tienes que dar lo mejor de ti.
“Primero imita, después innova”, dijo Miles Davis en alguna ocasión. Si tus influencias son muy evidentes en tu trabajo y no logras distinguirlo, entonces es que no estás incorporando la pieza más importante del rompecabezas, tu propia esencia. “Si puedo escuchar tus influencias, entonces no confío en ti como músico”.
Nadie nos asegura que será un camino fácil llegar a tocar nuestros objetivos. Pero el mantener un propósito claro es nuestro camino asegurado a ese lugar al que queremos llegar. La fama y el dinero nunca fueron la gasolina que corría por las arterias de Jimi. Lo que en realidad lo movía era lo que la música y su guitarra le hacían sentir. La pasión por lo que haces es lo que te hará llegar lejos, lo demás son consecuencias.
Júntate con los grandes de tu disciplina, estudia lo que han hecho y cómo lo han realizado. Si quieres convertirte en un maestro, debes conocer y reconocer a tus maestros. Si aún no logras realizar lo que ellos hacen, ¿por qué no les pides que te echen una mano? Jimi aprendió al escuchar a maestros del blues como Muddy Waters y B.B. King, que aunque no los conoció a temprana edad, se juntó con representantes musicales y grandes músicos que lo acompañarían gran parte de su carrera.
Su versión de “Voodoo Child” en Woodstock es muy diferente a su versión de estudio. Que tus clientes sientan que estás dispuesto a dar más en cada uno de tus trabajos los hará sentirse especiales.
Quizás esta sea una de las causas más comunes por las que decidimos abandonar nuestros sueños. Dejar lo que más quieres por enfocarte en lo que te hace feliz puede hacernos sentir muy inseguros. Para Jimi, cambiar de ciudad le parecía una idea aterradora, pero sabía que debía dejar su zona de confort para trascender, estableciéndose en Harlem, Nueva York.